La parroquia de El Maillo suma dos cuadros del joven pintor de origen ucraniano, Bogdan Chaikovskyi,

La parroquia de Santa María Magdalena de El Maillo ha adquirido dos obras pictóricas  al joven pintor de origen ucraniano, Bogdan Chaikovskyi. Las obras sobre Santa María Magdalena, titular de la parroquia, se presentaron en la víspera de las fiestas en honor a la Virgen del Rosario, lo que ha permitido que hayan sido vistas por un gran número de vecinos.


Según el párroco, don Juan Carlos Sánchez, “los dos cuadros han pasado la primera prueba de fuego: a los feligreses les han encantado y han mostrado su aprobación”.

Estas obras se encuadran en el proyecto global de la parroquia de dar a conocer de primera mano a la primer apóstol de la Resurrección. “Mujer muy importante en los primeros años de la vida de la Iglesia, que está siendo revalorizada en la pastoral de toda la Iglesia, ya desde el Concilio Vaticano II hasta el Pontífice actual y que los estudios exegéticos están devolviéndole el verdadero rostro de los relatos evangélicos”, destaca Sánchez.

El acto de presentación se inició con la lectura del texto del evangelio de san Marcos (15,37-47) donde el evangelista nos dice que María Magdalena y otras mujeres siguieron a Jesús desde Galilea hasta Jerusalén.
Tras una breve presentación tomó la palabra el pintor, quien explicó cómo después de un largo proceso desde que visitó El Maillo y recibió el encargo, tras comprender lo que se pretendía en torno a la figura de María Magdalena, decidió inspirarse en obras de dos grandes maestros como P. Pablo Rubens y Anton van Dyck. Las dos obras de arte, según el pintor, trascienden las interpretaciones convencionales y ofrecen una visión renovada de María Magdalena como un apóstol y predicadora fundamental en la historia del cristianismo. Sus rostros, modelados en figuras contemporáneas, dan vida a estas representaciones y refuerzan la importancia de su contribución a la fe cristiana. En conjunto, estas pinturas transmiten una narrativa que busca resaltar la devoción y el compromiso de María Magdalena como seguidora y mensajera de Jesús.

Desde el punto de vista artístico y conceptual, las piezas utilizan partes de las obras anteriores, en un acto de inspiración y profunda admiración de las obras de los antiguos maestros, resaltando la importancia de un pasado que nos permite seguir adelante en nuestras futuras creaciones.

Tomó la palabra el profesor Eduardo Azofra y dijo que él conoció hace unos años a Bogdan con motivo de varias exposiciones, el cual tiene, además, dos obras en el Museo de la Diócesis de Salamanca, recientemente inaugurado, y que cabe destacar en las dos obras colocadas los aspectos del tratamiento impresionante de las telas de los personajes, además de la composición y otros detalles de los rostros. Que además en el proceso creativo el pintor tuvo la feliz idea de colocar en el fondo de los cuadros las ruinas de la Casa Baja de El Maíllo, de los Padres Dominicos, lo que le da a las obras esa concreción y relevancia del lugar para el que se han pintado.

Por su parte el párroco  explicó que estos dos cuadros forman parte de un plan de cuatro cuadros y dos serigrafías, que se irán completando en el tiempo. Se han pintado el primero y el cuarto de la serie. La primera obra muestra a Jesús predicando en Galilea a un grupo de mujeres y está el apóstol Pedro, las mujeres son María Magdalena, María la Madre de Santiago el Menor, Salomé y dos mujeres adolescentes, casi niñas. La obra pretende dar visibilidad al gran grupo de mujeres que siguieron a Jesús desde Galilea.

La otra obra muestra en el centro a María Magdalena con gesto firme señalando el sepulcro vacío, ante Pedro, que le toma el brazo; aparecen de nuevo dos de las mujeres del cuadro anterior y otra más lejana, además de un anciano, en el que queremos ver a José de Arimatea o a Nicodemo, que seguían a Jesús en secreto, hasta el día que uno, José, pidió el cuerpo de Cristo a Pilato y el otro, Nicodemo, llevó cien libras de una mixtura de mirra y áloe para embalsamar el cuerpo (Cf. Jn 19,38-42). Este momento de María Magdalena, anunciando el sepulcro vacío con tal firmeza, está evocando lo que nos dice san Marcos: que los compañeros no la creyeron cuando les anunció que Jesús había resucitado (Cf. Mc 16,9-11).

Tras responder a las preguntas del numeroso público asistente, entre ellos el alcalde del Pueblo  Juan Manuel Villarón, el pintor se fotografió con las cuatro personas presentes en el acto, que sirvieron para modelar los rostros de los personajes: Natalia Velasco ( María Magdalena), Sara Sandonís ( Salomé), Eduardo Azofra (Pedro) Mencía Azofra Díaz . No pudieron asistir Jorge Gil (Jesús), María del Carmen López San Segundo (Mujer en posición más lejana), Alba y Jara Frutos López (Adolescentes).

BODDAN CHAIKOVSKYI

Artista plástico, nativo de Lviv, Ucrania, 1998, actualmente reside, estudia y trabaja en España. Graduado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. Bogdan Chaikovskyi comprende su labor artística desde el concepto de “Ready Made Expandido”, adaptando lo ya hecho en su discurso artístico, utilizando todo tipo de obras que guardan algún tipo de relación con el tema que él trata, preservando la memoria histórica, haciendo una relectura de las obras del pasado, apropiándose de ellas y manteniendo un diálogo y discurso con la anterioridad. Aunque su obra guarda una estrecha relación con lo artesanal y lo técnico, verdaderamente tiene un carácter conceptual. Utilizando técnicas que permiten una reproducción incansable de los mismos motivos una y otra vez, Chaikovskyi representa una reflexión sobre las imágenes en la era contemporánea, una introspección sobre el deterioro de las mismas por su consumo masivo. En su obra aparecen numerosas veces frases pertenecientes a la cultura popular, partes de canciones, videojuegos o, incluso, versículos bíblicos. De este modo, el pensamiento sobre los nuevos significados de la imagen se junta en su trabajo con el concepto del efecto acumulativo que contienen en sí las obras del pasado, realizando una unión sarcástica asociada a la tradición de la cultura popular que se ve entrelazada con la tradición pictórica del pasado.