La Capilla Mayor del Seminario ha acogido el acto central de la convivencia navideña de los sacerdotes de la Diócesis: la Eucaristía presidida por el Obispo, Mons. José Luis Retana.
Este encuentro sacerdotal, al que también se ha sumado Mons. José Sánchez, ha contado con una masiva participación en la Fiesta de los Santos Inocentes, Mártires.
Don José Luis ha destacado en su homilía el mensaje que la liturgia nos quiere transmitir «para definir, todavía más, la Buena Nueva del nacimiento de Jesús, con dos acentos bien claros. En primer lugar, la predisposición de San José en el designio salvador de Dios, aceptando su voluntad. José no es un actor secundario para que quede bien la escena de Belén. Y, a la vez, el mal, la injusticia que frecuentemente encontramos en nuestra vida, concretado en este caso en la muerte martirial de los niños Inocentes. Todo ello nos pide una actitud y una respuesta personal y social».
El prelado ha resaltado que San José «nos ofrece un testimonio bien claro de respuesta decidida ante la llamada de Dios».
En otro momento de la homilía ha invitado a todos los presentes a «caminar juntos como miembros de una Iglesia sinodal, acompañando a la familia de Nazaret». Y a pesar de que «este mundo nos parezca tierra inhóspita y desconocida y lugar de esclavitudes múltiples, encontraremos siempre la acción poderosa y misericordiosa de Dios sobre nosotros, que conduce a la liberación y a la salvación. Él es. Él sabe. Y su espíritu lleva el rumbo de esta nave, que a veces parece que se tambalea».