Los retiros de inicio de curso presididos por el Obispo, Mons. José Luis Retana, han cerrado ciclo esta tarde de lunes en la localidad de Lumbrales, en el Arciprestazgo de Abadengo.
La primera parada tuvo lugar en Barruecopardo, Arciprestazgo de La Ribera, y con el encuentro de Lumbrales se completan las visitas a los siete arciprestazgos de la Diócesis.
Tras la oración, como en cada sesión, se ha podido escuchar la disertación del Obispo. Además, en cada encuentro, el Vicario de Pastoral, D. Antonio Risueño, también en esta ocasión, ha hablado de aspectos concretos del curso que este año se desarrolla bajo el lema ‘Juntos en la esperanza’. Así, ayudado de un ‘power poin’t explicó las 12 pistas que se pueden seguir como Iglesia local.
El punto de partida de don José Luis ha sido la Oración Sacerdotal, en concreto, el capítulo 17 del Evangelio de Juan, cuando el Señor se despide de sus discípulos:
“…Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”.
El prelado ha hecho hincapié en que la fe es el fruto de la comunión y en que la unidad es obra de Cristo.
Añadió que “la comunión entre nosotros no es algo, sino alguien”, al tiempo que apeló a que la unidad “es una gracia, pues Jesús la pide al Padre, en cada instante Jesús está delante del Padre intercediendo por nosotros cada uno en su situación personal”.