Súplica a San Sebastián ante la pandemia de la covid-19

Los actos en honor a San Sebastián, patrón de Ciudad Rodrigo, se han dado por finalizados, de manera definitiva, en esta joranda de domingo con una súplica al santo.

Al término de la segunda de las misas que se ofician en San Cristóbal se ha trasladado a San Sebastián hasta la puerta del templo, a iniciativa de la Cofradía que previamente había solicitado todas los permisos, para hacer una súplica y que el santo ayude contra el coronavirus.

El párroco, D. Rafael Caño Santos, ha leído el siguiente texto:  

Glorioso San Sebastián, que alcanzaste de Dios tanta fe y caridad, que llegaste a sacrificar tu vida por obedecer a Dios y socorrer fielmente a tus hermanos cristiano.

Ahora que vives junto a Dios escucha las plegarias y súplicas de lo que te invocan con gratitud, fe y devoción. Mártir de Cristo, alcánzanos de Dios que, confesando nuestra fe, acojamos el Reino anunciado por Jesucristo con verdadero  de espíritu de penitencia y vivamos como hijos de Dios.

Que nuestros hogares sean verdaderos templos de amor en donde florezca la santidad, reinen el bienestar, la alegría y la paz.

Líbranos de todo egoísmo y maldad para que, fraternalmente unidos, vivamos en esta hermosa tierra que Dios nos ha dado de acuerdo con los valores del Reino: especialmente la verdad, la justicia y el amor.

San Sebastián mártir glorioso, lleva nuestros ruegos ante Dios y concédenos tu especial intercesión para que podamos obtener lo que aquí pedimos. En especial suplicamos ser fortalecidos en este tiempo de pandemia y ser liberados del coronavirus, Que los enfermos y sus familiares sean reconfortados y los difuntos acogidos en la casa celestial.

San Sebastián, atiende nuestras plegarias, ayúdanos a conseguir lo que solicitamos y danos fuerza y confianza, para que siguiendo tu ejemplo de fe, esperanza y caridad podamos alcanzar la vida eterna que Jesús promete a los que perseveran hasta el fin y para que bajo la protección de María, nuestra Madre, lleguemos a Él, fuente de eterna felicidad. Amén.