Recomendaciones de la Delegación de Patrimonio en la reapertura de templos durante la crisis del covid-19

I. Antecedentes: características y comportamiento del Covid-19

1. La transmisión del Covid-19 se realiza a través de dos vías, bien por contacto con la persona contagiada o bien mediante el contacto con las superficies en las que puede persistir el virus. Las gotículas que contienen el virus pueden depositarse en las superficies de los enseres y espacios habitados, siendo posible la transmisión del coronavirus desde estas superficies contaminadas dada la supervivencia que el virus tiene en las mismas. Diversos estudios han hecho la siguiente relación de la persistencia del coronavirus en diferentes materiales:
Metal 5 días Madera 4 días Papel 4-5 días Vidrio 4-5 días Plástico 6-9 días Cerámica 5 días Piedra 2-12 días

II. Desinfectantes

2. Al pasar a la Fase 1 no hace falta desinfectar los templos si han estado cerrados durante el tiempo de confinamiento ya que, según establecen los científicos, la pervivencia del virus en los materiales es limitada en el tiempo.
3. Los materiales con los que han sido construidos los elementos representativos de nuestro Patrimonio Cultural y con los que se ornamentan pueden dañarse a medio y largo plazo con los sistemas y soluciones de desinfección que se están empleando en este momento. En consecuencia, en la medida de lo posible y en función de las circunstancias, evítese realizar estas labores de desinfección masiva como la fumigación en este tipo de elementos.
4. Aunque el alcohol etílico (etanol), lejía (hipoclorito sódico) y el agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) e incluso derivados del amonio cuaternario se consideran eficaces para las labores de desinfección, sin embargo estas soluciones son peligrosas para los materiales que componen el Patrimonio Cultural (piedra, ladrillo, cerámica, metales, vidrios, madera, pinturas y policromías, papel, pergaminos, textiles, etc.), pudiendo dañar los materiales que forman parte de elementos históricos, artísticos y documentales provocando daños a corto, medio y largo plazo y de manera irreversible.
5. Se recomienda mantener las medidas de desinfección que a continuación se detallan una vez se vuelva a la normalidad para evitar la futura difusión de cualquier patógeno.
6. Una vez efectuada la desinfección y limpieza se favorecerá la ventilación de los espacios limpiados para evitar la acumulación de compuestos orgánicos volátiles (COVs) surgidos de la evaporación de las soluciones desinfectantes. Esta operación se realizará principalmente por la seguridad y salud de las personas trabajadoras pero también por la correcta conservación del Patrimonio cultural, ya que la acumulación de COVs en espacios cerrados resulta dañina.

III. Patrimonio inmueble: los edificios

7. No rociar nunca paredes exteriores e interiores con soluciones cloradas a base de lejía o con los productos mencionados, ni vaporizar o nebulizar estas soluciones o sus homólogos comerciales en el espacio interior, pues dañará todas las superficies y los objetos que se encuentren dentro del área.
8. Los suelos modernos de baldosas o mármoles pueden limpiarse primero con agua y jabón e incluso agua y lejía sin superar el 0,5 % que recomiendan las autoridades sanitarias. No se debe aumentar esta concentración, pues no ganamos efectividad y aumentamos otro tipo de problemas. También hay que evitar el contacto de esta solución con paredes y otro tipo de superficies.
9. Los pavimentos antiguos y/o de madera se verán afectados por la lejía, por lo cual es mejor utilizar jabón neutro (la mayoría de jabones ecológicos de limpieza que podemos encontrar en los comercios para estos usos lo son).
10. La limpieza de enseres y equipamiento diverso sin interés históricoartístico o patrimonial (barandillas, pomos, bancos de iglesia, pasamanos, vitrinas y puertas y mobiliario moderno) llevará más tiempo del habitual y deberá ser más cuidadosa. Es recomendable utilizar paños de tela desechables o rollos de papel de cocina y el jabón neutro recomendado para pavimentos antiguos. Este producto viene en gel, por lo que se puede mezclar con agua en una botella pulverizadora o spray. También se puede utilizar para esta limpieza el spray desinfectante que se nos ha ofrecido desde nuestro Obispado de Ciudad Rodrigo.
11. En metales y cristales modernos lo recomendable es pulverizar con la solución, dejar actuar un minuto y retirar con tela o papel humedecidos en agua y desecharlos posteriormente.

12. En elementos como muebles y puertas de madera el alcohol o la lejía dañará los acabados y barnices. Es mejor mojar con la solución jabonosa un paño o papel o aplicar el spray sobre la superficie, limpiar la superficie y dejar actuar. Luego, retirar los restos jabonosos con paños o papel humedecido en agua y desecharlos tras la operación. Procurar no mojar en exceso.
13. Teniendo en cuenta que muchas de las paredes de nuestros templos son de sillares o de cantería, conviene que los dosificadores de gel desinfectante de manos los pongamos en una mesa a la entrada de los templos para no agujerear la piedra para poner dosificadores en la pared.

IV. Patrimonio mueble: obras de arte, elementos religiosos, muebles antiguos, puertas originales, enseres, etc.

14. a) Respecto al Patrimonio mueble (muebles antiguos, puertas originales, enseres, obras de arte, elementos religiosos, etc.) no debemos preocuparnos si el edificio ha estado cerrado, pues si hubiera contaminación, esta no permanecerá en las superficies más de nueve días. No se recomienda realizar fumigaciones o pulverizaciones generalizadas en espacios como iglesias, salas de museo o archivos, ya que, debido al cierre de estas instituciones hace dos meses, la existencia actualmente del virus en el ambiente de dichos espacios es poco probable.
b) Si se tiene la sospecha de que algún elemento pueda estar contaminado, hay que retirarlo a zonas no accesibles durante 14 días (esto es válido para orfebrería, libros y pequeños objetos).
c) Colocar barreras físicas para evitar el contacto con objetos que por su peso y/o tamaño no pueden ser retirados a un espacio no accesible (bancos delante de un retablo, catenarias, una cinta o algo similar).
d) En ningún caso hay que intentar desinfectar una obra de arte, un elemento histórico o documental con los productos que se están utilizando, pues entrañan graves consecuencias para el patrimonio cultural mueble y puede dañarlo de manera permanente.
e) Se recomienda utilizar los vasos sagrados de menor interés artístico y limpiarlos frecuentemente con agua y jabón. Los vasos sagrados de mayor interés artístico es mejor reservarlos para cuando la pandemia de Covid-19 haya pasado.

V. Museos

15. Se recomienda la limpieza del mismo modo que en los templos. En los procedimientos de limpieza se incluirán también las superficies exteriores de vitrinas que hayan podido ser tocadas por los visitantes. No será necesario tomar ningún tipo de medida en el espacio interior de vitrinas ya que su acceso es puntual y sólo por el personal especializado de la institución.
16. Hay que tener en cuenta que los desinfectantes pueden dañar irreversiblemente los bienes culturales, por lo que en el caso de sospecha de que un bien cultural o el espacio que lo acogiera pudiera contener en su superficie el virus, lo más inocuo es el aislamiento, ya fuera del objeto o del ala del edificio afectada, cuando no el cierre del mismo. Este aislamiento del bien cultural se llevará a cabo siempre que sea posible y no exista riesgo de contagio en la ubicación habitual del bien cultural (exposición permanente, almacén, etc.).

17. Si se presume que un espacio del museo puede estar infectado, se valorará la adopción de medidas concretas como la acotación de la zona afectada, el cierre parcial de salas o almacenes o, en su caso, el cierre del centro por el periodo de tiempo necesario para su limpieza y desinfección

VI. Archivos

18. En relación con el patrimonio bibliográfico y documental que se conserva en las bibliotecas y archivos, se recomienda mantener los documentos en cuarentena durante un periodo variable de entre 3 y 9 días. Desde el ámbito puramente bibliotecario, se recomienda su ampliación hasta 14 días para tener una mayor seguridad de no transmisión del virus.
19. Estos valores de supervivencia del virus pueden verse alterados por las condiciones climáticas, tanto por la temperatura como la humedad e iluminación. A una temperatura alta de 30ºC-40ºC se reduce su tiempo de duración. Sin embargo, a 4ºC la persistencia puede aumentar a más de 28 días.

VII. Observación final

20. El Patrimonio cultural resulta un bien único, recuerdo de nuestro pasado, disfrute de nuestro presente y fuente de conocimiento para el futuro. La mejor arma para su conservación es la prevención. Nunca fue tan fácil ayudar a nuestro Patrimonio. Cuídalo, cuídate, no lo toques.