El Obispo visita a los participantes en la convivencia pre Seminario

En el centro de las convivencias pre Seminario, los jóvenes participantes han recibido la visita del Obispo Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo.

El Obispo ha compartido el ambiente de alegría y de fiesta que están viviendo los muchachos, conociéndolos, charlando con ellos y animándolos en sus estudios y en el momento de su vida en que va teniendo lugar la elección del modo de vida que harán en el futuro y que ahora van descubriendo en sus años de adolescencia y juventud. A este descubrimiento los cristianos le llamamos “vocación”. Es decir, la llamada que Dios hace a cada uno en su conciencia, según sus cualidades y deseos.

Los textos que se han proclamado han servido al Obispo para comentar este acontecimiento, que es vital en esta edad y para el futuro. Dos “llamadas” se han escuchado en la liturgia: la llamada del Señor a Samuel y la llamada de Jesús a dos pares de hermanos: Simón y Andrés, y Santiago y Juan. El primero es un niño que está en el templo a modo de los acólitos actuales. Los segundos son los Apóstoles, que conocemos bien, quienes, mientras pasean junto al lugar de trabajo, el lago de Galilea, son invitados por Jesús a compartir su existencia con Él. La respuesta del primero, después de la incertidumbre de la llamada, es positiva: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”. Y la respuesta de los Apóstoles, similar, pero no se dio en palabras sino en hechos: “dejando las redes, le siguieron”.

Esta llamada va dirigida a todo ser humano que ha recibido el bautismo. En un momento de nuestra vida, nos determinamos por una profesión, por un estado de vida, según nuestra inclinación y nuestras cualidades, les ha dicho el Obispo. La mayor parte eligen el matrimonio, algunos la vida consagrada, otros el sacerdocio. La elección, naturalmente, va precedida de un largo discernimiento que nos lleva a una determinación. Dios llama y cada uno contesta.

Don Jesús ha terminado la visita deseándoles un excelente verano de descanso y de reflexión sobre la “llamada”, como la de Samuel o los Apóstoles.