El Obispo preside las confirmaciones en Agallas y Robleda

En un ambiente de Pascua de Resurrección, Mons. Jesús García Burillo ha conferido el sacramento de la Confirmación a varios jóvenes en las parroquias de Agallas y Robleda, de las que son párrocos in solidum los sacerdotes D. José Manuel Vidriales, D. Nicolás Chaves y D. Antonio Risueño. Con los sacerdotes colaboran en su ministerio sacerdotal las hermanas Carmelitas de la Caridad de Santa Joaquina Vedruna, residentes en la zona.

En Agallas el Obispo Administrador Apostólico ha estado acompañado por D. José Manuel y en Robleda, por D. Nicolás.

En la homilía el Obispo ha comentado que los Apóstoles pasaron del miedo a la alegría. Miedo porque creían ver un fantasma y alegría porque se encontraron con Jesús Resucitado. Tan felices estaban contemplando a Jesús, al que creían muerto, que no se lo podían creer. En la vida, reflexionó D. Jesús, os encontraréis con situaciones que os darán miedo. Quizás ahora mismo tengáis miedo por vuestro futuro, por la situación económica de vuestras familias o de vuestros compañeros de clase o por tantas situaciones en que os encontraréis. En todos estos momentos podréis encontrar realmente a Jesús en el camino, que os confortará y os animará. No tengáis miedo nunca. El estará siempre a vuestro lado. Y estará vivo, resucitado, dándoos vida y esperanza en todos vuestros trabajos. Para eso hoy os envía al Espíritu Santo que os facilitará el encuentro con Jesús y os dará a conocer el Evangelio, para que comprendáis que Jesús también ha tenido miedo en algún momento de su vida y de su muerte, pero la fuerza que el Espíritu le dio en el Jordán le llevó a superar tantas dificultades como Él encontró en su vida. Pero así es como nos ha salvado y ahora nos envía a nosotros su mismo Espíritu para que seamos sus testigos, mediante el sacramento de la confirmación.

Dadas las circunstancias de precaución en que nos encontramos, ambas confirmaciones no han podido terminar con la fiesta que en estos casos se suele hacer. Así la Confirmación se puede celebrar más auténticamente en la interioridad de los confirmados y en sus acompañantes, familiares y amigos. En ambos casos, se dio la participación de numerosos fieles.