El próximo mes de septiembre comenzará su segundo año de estudios en Salamanca, en concreto, en la especialidad de Derecho Canónico. D. Patricio José Luis recaló en la Universidad Pontificia desde Mozambique, porque así se lo pidió su Obispo, Mons. Juan Carlos H. Nunes, pero desde finales del pasado mes de noviembre tampoco ha dejado de colaborar con el Arciprestazgo de Argañán, en la Diócesis de Ciudad Rodrigo.
“Cuando llegas a otro lugar siempre es difícil empezar, pero con el tiempo va muy bien porque conoces a la gente, estamos en familia ahora”.
Sobre su experiencia en este Arciprestazgo en comparación con su país de origen, explica que no va más allá de la edad de las personas, “aquí son más mayores pero la fe es igual, veo mucha fe, mucha alegría, personas que se entregan, disponibles para ayudar a un cura nuevo que no conoce”.
D. Patricio se mueve por diferentes localidades de Argañán aunque este verano la residencia la tiene en Fuentes de Oñoro. En invierno apoyará a los sacerdotes del Arciprestazgo con la celebración de misas durante los fines de semana.
Por otra parte, puntualiza que le llaman la atención las iglesias “por su belleza y la de sus imágenes, las personas tienen mucha devoción”.
Este sacerdote de la Diócesis de Chimoio indica que con 15 años, “empecé a plantearme ser sacerdote, siempre surgen dudas sobre si serás capaz, pero aquí estoy”.
El mayor problema que encontró a su llegada a Salamanca fue el idioma, “ahora no, no hay otro remedio”, sonríe.
Asegura sentirse “feliz” y concluye esta entrevista deseando “mucha fuerza a los fieles que colaboran con los curas para que sigan con ese espíritu de ayuda con los que estamos integrándonos, necesitamos personas que nos ayuden por lo que les deseo mucha perseverancia en la fe y el servicio”.
