Las inscripciones pueden realizarse a través de la Delegación de Pastoral de la Salud en el obispado
DELEGACIÓN DE MEDIOS
La Diócesis de Ciudad Rodrigo prepara una peregrinación al santuario de Lourdes, en Francia, que se celebrará del 1 al 5 de julio, y contará con la participación del obispo, Mons. José Luis Retana. El viaje se realizará en autocar junto a la Diócesis Salamanca, con regreso al finalizar la peregrinación. El precio aproximado es de 400 euros por persona, incluyendo el desplazamiento y la pensión completa durante la estancia. Los interesados en participar pueden inscribirse a través de Pastoral de la Salud en el obispado, ubicado en la calle Díez Taravilla, 15.
El programa
La peregrinación comenzará con una misa de envío el sábado, 28 de junio, a las 19:00 horas en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de Salamanca. En cuanto al viaje, la salida en autocar será el martes, 1 de julio, a las 08:00 horas desde la calle Hermanas Fidalgo Morales.
Durante los días en el santuario, los peregrinos participarán en celebraciones comunes como la misa internacional en la basílica de San Pío X, el paso por la Gruta, la procesión de antorchas, la celebración penitencial, el vía crucis —adaptado para enfermos y otros peregrinos—, la procesión eucarística y la misa en la gruta. El sábado, 5 de julio, se celebrará la misa de despedida antes del viaje de regreso.
Unas semanas después de volver de la peregrinación, el sábado, 19 de julio, está prevista una misa de acción de gracias por la peregrinación, seguida de una comida fraterna en un restaurante de Salamanca.
“Con María, peregrinos de esperanza”
El obispo de Ciudad Rodrigo, Mons. José Luis Retana, ha querido dirigir unas palabras a los peregrinos, animando a todos los diocesanos a participar en esta propuesta de fe, que este año se enmarca en el contexto del Año Jubilar, y el santuario tiene como lema: “Con María, peregrinos de esperanza”. El prelado insiste en que ser peregrinos es mucho más que emprender un viaje físico, “se trata de realizar un viaje interior, una especie de travesía del alma en busca de sentido para la propia vida, un deseo de encontrarnos con el Señor a través de la presencia de su Madre”.
Además, reconoce que con cada paso del peregrino es un acto de fe, “una apertura al sentido de la vida”, y María es quien acompaña, con maternal solicitud, “nuestro accidentado camino”. Como dijo el papa Benedicto XVI, ella es una luz de esperanza que nos orienta en nuestro caminar”, recuerda Mons. Retana.




