Un grupo de 22 personas de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, acompañadas por el obispo, Mons. José Luis Retana, vive una experiencia de fe en este santuario mariano
DELEGACIÓN DE MEDIOS
Una veintena de personas de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, vinculadas a las parroquias de San Andrés, Vilvestre y Saucelle, junto a tres sacerdotes, participa hasta el 5 de julio en la peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia. Por primera vez, este grupo se ha sumado al viaje organizado por la Hospitalidad de Lourdes de Salamanca, que este año celebra su 40ª edición. La expedición ha reunido a un total de 194 personas, entre ellas 28 enfermos, 36 voluntarios, ocho sacerdotes y numerosos fieles. Entre los participantes se encuentra también el obispo de la diócesis, Mons. José Luis Retana, que ha acompañado de cerca a los peregrinos durante toda la experiencia.
El grupo civitatense, formado por 22 personas, partió en autocar desde Salamanca y se ha integrado en el programa previsto por la Hospitalidad, participando en la misa internacional en la basílica de San Pío X, la procesión de antorchas, el paso por la Gruta, la celebración penitencial, el vía crucis adaptado y la procesión eucarística, entre otros momentos de oración.
El párroco de San Andrés, Tomás Muñoz, que acompaña a los peregrinos de la diócesis, reconoce que ha sido también un reencuentro personal, ya que no visitaba Lourdes desde sus años de seminarista: “Tendría 22 o 23 años, hace muchos años ya y casi me lo encuentro igual, hay cosas que no varían, y una vez que estás aquí, vuelves a recordar todo». Para él, la sensación ha sido como si fuera otra vez la primera vez. En su testimonio, Tomás compartió con emoción algunos de los momentos más significativos: “Me emociona mucho la Gruta, pero sobre todo el centro de Lourdes es el enfermo, en todos los actos —las misas, las procesiones con velas— los enfermos que van en sillas son el centro, eso es lo que choca y emociona, especialmente a la gente que viene por primera vez”.
Un viaje de continuidad
La participación del grupo de su parroquia, unos doce, ha sido posible gracias al impulso de la Cofradía de la Virgen de la Peña de Francia. “Todos los años vamos en peregrinación a Fátima, en viajes sencillos y queríamos dar la posibilidad a la gente de ir a Lourdes todos los años, y la mejor manera era unirnos a la Hospitalidad de Salamanca, que lo tienen todo organizadísimo al milímetro.
Tomás Muñoz ve en esta experiencia una oportunidad para consolidar una tradición de fe en la diócesis: “Es una peregrinación muy cortita, son prácticamente cuatro días, y los precios son muy asequibles, y yo lo que quiero es que haya gente que venga todos los años, que haya un grupo fijo de cinco, seis, siete personas o más, y que se vayan incorporando otras nuevas cada año, sería un éxito”.
En su reflexión final, el sacerdote resume con sencillez el sentido profundo de esta experiencia: “Lourdes es un lugar de peregrinación y los cristianos somos peregrinos que nos ponemos en camino al encuentro del Señor», y puso como ejemplo algunos lugares emblemáticos, como Santiago de Compostela, Jerusalén… y otros que son marianos, «porque han sido sellados de alguna manera por la presencia de la Virgen, y Lourdes es uno de esos lugares, y aquí venimos con los enfermos, que son el centro, a ponernos a los pies de la Virgen para pedir ayuda, es una cosa muy sencilla y muy simple, para la gente sencilla y simple también”.

