La Catedral de Santa María acogió una emotiva eucaristía presidida por el obispo, Mons. José Luis Retana, tras la elección del nuevo pontífice, marcada por la gratitud por el legado de Francisco y la esperanza puesta en el nuevo sucesor de Pedro
DELEGACIÓN DE MEDIOS
La Catedral de Santa María en Ciudad Rodrigo se convirtió ayer en el corazón orante de toda la diócesis en una misa de acción de gracias por la elección del nuevo papa, León XIV, que fue presidida por el obispo civitatense, Mons. José Luis Retana, y concelebrada por numerosos sacerdotes. La celebración congregó a fieles de distintos ámbitos de la sociedad civil, eclesial y municipal, llegados también de diversos municipios de la diócesis, en una muestra de comunión y esperanza.
En su homilía, el obispo recordó el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril, al que la Iglesia lloró y encomendó en esta misma catedral, y puso el foco ahora en la gratitud por el nuevo pastor que el Espíritu ha suscitado para guiar a la Iglesia universal. “Hoy damos gracias al Señor por la elección de un nuevo pastor, sucesor de Pedro para la Iglesia”, afirmó.
Mons. José Luis Retana destacó la sencillez y profundidad del primer mensaje de León XIV desde la logia de San Pedro, donde ofreció “una paz desarmada y desarmante” al estilo del Buen Pastor. “Nos habló de la amistad cristiana, de la confianza en Dios, de unidad, de caminar juntos”, subrayó, al tiempo que resaltó cómo el nuevo pontífice se presenta ante el mundo “no como un poderoso, sino como un hermano y servidor de la fe y la alegría”.
«Papa de paz y comunión»
León XIV —dijo— llega a la cátedra de Pedro “como un hombre de Dios, humilde, preparado, con una gran profundidad espiritual y sentido del discernimiento”. De formación matemática, teológica y jurídica, su perfil dialogante y su sensibilidad pastoral lo sitúan, según el prelado, como un “papa de paz, de comunión, y empeñado en un mundo más justo y más fraterno”.
El obispo civitatense subrayó también el fuerte simbolismo del nombre escogido por el nuevo papa, en referencia a León XIII, impulsor de la doctrina social de la Iglesia en la era industrial. Hoy, con la irrupción de la inteligencia artificial y los nuevos desafíos sociales, “el papa León XIV se presenta como guía firme en medio de las turbulencias del mundo contemporáneo”, afirmó.
Y añadió: “Alguien ha dicho que tiene rostro de cordero y nombre de león, y lo que es seguro es que es un hombre de Dios, enamorado de Cristo, manso, humilde y Pastor y hermano de todos”, añadió el obispo.
Al término de la eucaristía, la comunidad diocesana se unió en oración por el nuevo pontífice, pidiendo a la Virgen María —a quien León XIV encomendó su pontificado desde el primer momento— que lo sostenga en su misión de “construir puentes, unir lo disperso, sembrar esperanza y confirmar en la fe”.


