El Obispo anima a la ciudadanía a colaborar con el Fondo diocesano de solidaridad

La cantidad inicial aportada por la Diócesis es de 75.000 euros y entre los sacerdotes ya se han recaudado otros 24.064 euros.

El Obispo Administrador Apostólico de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Mons. Jesús García Burillo, ha animado a toda la ciudadanía (creyentes o no) a que dentro de sus posibilidades colaboren con el Fondo diocesano de solidaridad creado para solventar diversas necesidades.

El punto de partida de este Fondo fue la aportación inicial del Obispado con una cantidad de 75.000 euros; posteriormente, la colaboración ha llegado de la mano de los sacerdotes que hasta la fecha han aportado 24.064 euros, una cifra que todavía no se da por cerrada. Para cerrar este círculo, se quiere contar “con las aportaciones generosas de todos cuantos consideréis esta grave situación”.

Para gestionar este fondo se creará una Comisión diocesana de seguimiento, presidida por el Obispo e integrada inicialmente por el Ecónomo diocesano, por un representante de Cáritas, otro de las Conferencias de San Vicente de Paúl y un asesor jurídico, si bien podrán incorporarse ocasionalmente otros miembros según las necesidades surgidas.

El número de cuenta al que se deben realizar esas aportaciones es el siguiente: Unicaja ES24 2103 2221 9000 1001 4694.  Para ingresar una cantidad es suficiente con indicar el nombre del ordenante y la palabra FONDO. También se puede entregar la aportación directamente en cualquier parroquia de la Diócesis. Aquellas personas que necesiten de ayuda pueden presentarse o bien en las instituciones mencionadas o en las parroquias.

El objetivo es hacer frente a diversas situaciones de carestía económica que puedan afectar a las familias de la Diócesis, con el fin de complementar las actividades asistenciales y promocionales que vienen desarrollando Cáritas y las Conferencias de San Vicente de Paúl. Se procurará atender las necesidades básicas de numerosas personas, ayudar a familias con dificultades en servicios básicos, estudios, etc., e incluso a pequeños negocios que sufrirán de forma directa el impacto de la crisis.

Mons. García Burillo insiste a la hora de hacer este llamamiento en que “lamentablemente seguimos inmersos en esta compleja situación derivada de la pandemia de Covid-19, que requiere dirigir nuestra mirada al futuro más inmediato, cuando la alerta sanitaria pase y volvamos a la vida ordinaria. Se trata de una iniciativa similar a las surgidas en otras Diócesis y pretende paliar alguno de los efectos de la crisis económica y social que con toda seguridad se derivará del actual estado de alarma y paralización de la actividad económica”.

El obispo agradece de antemano “vuestra generosa colaboración en esta iniciativa que pretende ser un signo de solidaridad y un testimonio que nos impulsa a atender las necesidades de los más vulnerables, sumándose a tantas ayudas como, sin duda, vosotros estáis realizando ya estos días”.