Cáritas diocesana de Ciudad Rodrigo acompañó en 2024 a 663 personas y 400 hogares

La entidad destinó más de 520.000 euros a su labor social y respondió con 31.000 euros a la emergencia de la DANA gracias a la solidaridad ciudadana

DELEGACIÓN DE MEDIOS

«Mientras haya personas, hay esperanza», es el lema de la campaña de Cáritas para el Día del Corpus Christi 2025, Día de la Caridad, enmarcado en el Año Jubilar convocado por el papa Francisco y en el que invita a a todos a ser «peregrinos de esperanza». Una esperanza que en Cáritas diocesana de Ciudad Rodrigo se concreta en el acompañamiento a quienes viven situaciones de vulnerabilidad, con una acción centrada en las personas y en la defensa de su dignidad.

Así se refleja en su Memoria 2024, presentada este lunes, 16 de junio, en el salón Mazarrasa del Palacio Episcopal, bajo el lema “Conquistando corazones”. Una frase que resume el espíritu con el que Cáritas actúa: “Nuestro trabajo es una misión, y es llevar el evangelio a cada uno de los hogares a los que prestamos ayuda”, señaló en la presentación la directora de Cáritas diocesana de Ciudad Rodrigo, Mar Manzano. Y ese espíritu se concreta en gestos como acoger, escuchar, acompañar a quienes más lo necesitan y «ayudarles a transformar sus vidas desde dentro», apunta esta responsable. Una tarea que solo es posible gracias a las personas que la hacen realidad cada día. Así, en 2024, la entidad contó con 11 técnicos, el apoyo de 48 voluntarios y la generosidad de muchas personas, empresas e instituciones. 

Fruto de ese esfuerzo colectivo a lo largo del pasado año, Cáritas diocesana de Ciudad Rodrigo atendió directamente a 663 personas y acompañó a 400 hogares. «Esto supone una incidencia de entre el 4 y 5% de la población de nuestra diócesis, un dato que nos parece relevante y significativo», como destacó su secretario general, Domingo Matías.

Para hacerlo posible, la entidad destinó más de 520.000 euros, como se desprende de la Memoria de Actividad 2024, un documento que refleja el alcance del trabajo realizado y el compromiso de Cáritas con la transparencia y la rendición de cuentas ante la Iglesia y la sociedad.

La caridad, centro de la misión de la Iglesia

Durante el acto, el obispo y presidente de Cáritas diocesana de Ciudad Rodrigo, Mons. José Luis Retana, recordó que “la caridad es algo constitutivo de la Iglesia”, de su misión, «y no podemos funcionar sin la Palabra de Dios, sin los sacramentos y sin la caridad». Recordó que el Señor tenía una predilección especial por los pobres y descartados, y que la acción de Cáritas va más allá de dar: “Es algo más profundo, es estar con ellos y acompañarlos, ver las heridas que hay en cada situación…”. 

Una idea que también reforzó la delegada diocesana, María Paz Diago, al explicar que la labor de Cáritas se apoya en tres pilares: esperanza, que nace de la fe; confianza, y acogida. E insistió en que la persona está en el centro de la acción de la Iglesia, de Jesús de Nazaret y de Cáritas: «El gesto, el acompañamiento, la acogida, la solidaridad por la justicia se deben a cada persona. El Señor nos lo enseñó así». 

La directora, Mar Manzano explicó que en 2024 “hemos trabajado abriendo nuestros brazos a más gente que nos ha necesitado” e indicó que comenzaron el año con la esperanza de que la situación social se estabilizara tras la pandemia y la guerra en Ucrania. Sin embargo, subrayó que esa recuperación no ha llegado: «Ni los precios han bajado, ni el de los suministros y, eso ha hecho que las familias vulnerables lo sean aún más». Una realidad que «desgasta a los hogares de Ciudad Rodrigo».

Reconoció que, aunque la diócesis de Ciudad Rodrigo es pequeña en población, es extensa en territorio. Por ello, una de las prioridades de Cáritas ha sido acercar sus servicios a todo el territorio, desplazando a sus técnicos a distintos arciprestazgos, para «atender a las personas que realmente lo necesitan”. Allí se ofrece atención en áreas como infancia, acogida, apoyo psicológico, mayores, empleo y formación. Mar Manzano explicó que a los problemas sociales que afectan a Ciudad Rodrigo, se suma la complejidad del medio rural, con menos recursos y más aislamiento: “Se supone que tenemos los mismos derechos, pero no las mismas oportunidades. Cáritas sigue luchando para que esas oportunidades lleguen a cada persona que lo necesita”.

La directora agradeció la solidaridad de todas las personas que, a lo largo de 2024, han confiado en Cáritas, y tuvo palabras de reconocimiento para el equipo de trabajadores y voluntarios que “acompañan a personas y transforman vidas cada día”.

Solidaridad frente a la catástrofe de la DANA

También recordó que 2024 estuvo marcado por la catástrofe de la DANA, que afectó a varias zonas del país. Cáritas diocesana de  Ciudad Rodrigo logró recaudar 31.000 euros, que fueron enviados a Cáritas Española para su distribución dentro de un plan de acción a cinco años, destinado tanto a la atención inmediata como a la reconstrucción de las zonas más afectadas. “Agradecemos de corazón todas esas donaciones y apoyos, porque la zona quedó totalmente devastada y va a necesitar mucha ayuda”, expresó Mar Manzano.

Vivienda y ruralidad

Uno de los principales problemas sociales que siguen detectando en Cáritas es el de la vivienda, una dificultad que afecta a nivel estatal, y sobre la que Cáritas Castilla y León trabajará de forma prioritaria durante los próximos dos años, «para que ese derecho no sea vulnerado en nuestra comunidad», afirmó Mar Manzano. En muchos casos, la demanda supera a la oferta y los precios se disparan, por lo que «es muy complicado para nuestras familias encontrar un sitio asequible donde vivir», indicó.

Por su parte, el secretario general, Domingo Matías, apuntó que en las visitas a domicilio que realizan han detectado un parque de vivienda «bastante antiguo»: viviendas poco reformadas, con humedades… lo que lleva a «problemas de aislamiento». A ello se suma que muchas de las familias acompañadas por Cáritas tienen problemas para legalizar su situación residencial: «No pueden acceder a contratos de alquiler, lo que les impide empadronarse y acceder a derechos básicos».

Un desafío que en el medio rural se agrava: «Es imposible alquilar una vivienda en cualquier pueblo, y además tienen el problema añadido del acceso a servicios como el transporte, la sanidad, la educación,…». Ante esta realidad, desde Cáritas proponen «aumentar el parque de vivienda pública, para que las familias y personas en riesgo de exclusión puedan acceder a una vivienda digna». 

También señaló que la presencia de familias inmigrantes en este territorio va aumentando: «Estamos en torno al 5% de población inmigrante, un dato inferior al que hay a nivel estatal, pero están empezando a llegar cada vez más».

Detrás de cada cifra, el rostro de una persona

En cuanto a la acción de Cáritas a través de sus diferentes servicios, el Servicio de Acogida y Acompañamiento realizó el pasado año un total de 2.274 intervenciones, en las que atendió a 495 personas pertenecientes a 209 hogares en situación de riesgo de exclusión o vulnerabilidad, invirtiendo en este servicio un total de 176.353,79 euros. Una atención que se realiza de forma presencial tanto en la sede de Cáritas como en las parroquias de Fuentes de Oñoro y Lumbrales.

Domingo Matías constató que “los servicios sociales no llegan a cubrir las necesidades de estas familias” y, aunque reconoció que se ha intentado paliar la situación con el ingreso mínimo vital, señaló que “en la práctica no ha llegado a las familias”, tampoco “a través de la renta garantizada de ciudadanía”.

Cada euro donado a Cáritas se invierte en las familias

También subrayó la necesidad de “trabajar de forma integral con las familias” a través de planes individualizados de inserción, en los que se realiza un seguimiento continuo “para intentar resolver situaciones a medio y largo plazo”.

Este responsable explicó que durante 2024, se entregaron más de 105.000 euros en ayudas directas a las familias, lo que representa “una quinta parte del presupuesto de la entidad, que ha ido directamente a las familias”. Insistió también en que cada euro donado a Cáritas “va siempre destinado directamente a ayudas a las familias”.

Salud mental

Otro reto creciente ha sido la salud emocional y psicológica de las personas acompañadas. La pandemia destapó el problema, “y, por desgracia, ha ido creciendo”, apuntó la directora de Cáritas Ciudad Rodrigo, Mar Manzano. Y señaló la necesidad de abordar la salud mental “para poder desarrollar a las personas de forma integral”. Así, el pasado año, desde el Servicio de Apoyo psicológico acompañaron a 51 personas, destinando 17.964,96 euros.

Formación y Empleo

Otra de las partidas más significativas de Cáritas es la destinada a formación y empleo. En 2024 se llevaron a cabo seis acciones formativas: dos en el sector forestal, una agraria, una textil y dos en hostelería. En total, 50 personas participaron en estas formaciones, de las cuales 26 lograron incorporarse al mercado laboral.

“Estamos muy orgullosos de que estas personas hayan podido transformar sus vidas”, señaló Mar Manzano, quien también destacó la firma de 17 convenios de colaboración con empresas para la realización de prácticas no laborales, a los que calificó como “uno de los mayores logros de 2024”. Además, se suscribieron dos convenios con ayuntamientos de la comarca para formación práctica en tareas de repoblación. A este servicio se destinaron 174.888,15 euros.

En cuanto al servicio de Empleo, Cáritas diocesana llevó a cabo un itinerario de inserción laboral con 10 personas para mejorar su empleabilidad, a través de su agencia de colocación, y en 2024 consiguieron 7 inserciones laborales.

La directora Mar Manzano apuntó que desde la Confederación de Cáritas se va a trabajar mucho en empleo y formaciones, “con una animación comunitaria transversal en todos los servicios”. En este sentido, detalló que se han abierto cinco líneas que irán trabajando en los próximos años con ayuda de Cáritas Española.

Respecto al Servicio de Infancia, Adolescencia y Familia, en 2024 atendió a 111 personas de 61 hogares, con una inversión de 66.639 euros en acciones de protección y apoyo. De octubre a junio, ofrecen actividades como ludoteca, salas de estudio, clases de español, ocio y meriendas saludables, además de talleres en el Barrio del Puente y el campamento diocesano. Todo ello gracias a la colaboración y compromiso de sus voluntarios.

En cuanto al resto de servicios, el programa Lazarillo, dirigido a adolescentes y jóvenes de entre 11 y 21 años, acompañó a 21 familias en acciones de prevención, especialmente en torno a drogodependencias y consumo de alcohol, y se invirtieron 19.318 euros. Precisamente, el taller OB.COM participaron 60 jóvenes. El Servicio de Mayores, con una inversión de 16.063 euros, benefició a 38 personas a través de talleres, actividades culturales y de envejecimiento activo. Y el Servicio de Huertos de Cáritas colaboró con cuatro centros educativos de Ciudad Rodrigo en tareas de sensibilización ambiental, y cedió terrenos a 66 familias, con un seguimiento individualizado.

Servicio de Animación comunitaria

Durante 2024, la entidad ha seguido apostando por la descentralización, acercando la acción de Cáritas Diocesana a los distintos puntos del territorio, a través de las parroquias y arciprestazgos, destinando un total de 12.258,32 euros para este recurso.

Además, destacó que se ha creado un equipo autonómico de animación comunitaria y se está trabajando en un documento marco de animación, y “se va a hacer un trabajo bastante potente en los próximos años tres o cuatro años”.

Balance económico 2024

En cuanto al balance económico, la entidad ingresó un total de 599.284,78 euros, de los cuáles, cerca de 32.000 euros proceden de donativos de particulares, 41.000 euros de parroquias y casi 36.000 euros del fondo diocesano. El mayor volumen, 475.809,46 euros, corresponde a aportaciones de otras instituciones como Cáritas Española, la Diputación de Salamanca, el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo y otras entidades públicas y privadas; e ingresos por otras acciones, 14.957,42 euros.

En cuanto a los gastos, Cáritas destinó 598.723,44 euros, principalmente a ayudas directas para suministros, vivienda, suministros, reparaciones,… así como el salario de los 11 trabajadores de la entidad, cuyo importe está cubierto mediante subvenciones vinculadas a los propios proyectos. En este sentido, el secretario general, Domingo Matías, señaló que en 2024 “se consiguieron 440.000 euros a través de proyectos”, lo que supone más de 100.000 euros por encima de lo necesario para cubrir esos sueldos, y ese excedente “se destinó directamente a las familias”.

Además, en su compromiso con la transparencia, Cáritas somete sus servicios a una auditoría de calidad y otra contable. En esta línea, el obispo y presidente de Cáritas Diocesana, Mons. José Luis Retana, destacó el trabajo serio y transparente realizado por la entidad.