Agradecimiento del Seminario en su 250 aniversario

Gracias, gracias, gracias. 250 veces diciendo gracias y no son suficientes.

Esto es lo que brota de nuestro corazón una vez concluidos los actos del 7 y 8 de agosto. Imposible medir y cuantificar aquellos que han aportado algo o mucho para que estos eventos se hayan podido hacer.

Es una demostración del cariño y del afecto que tenéis por Nuestro Seminario.

Gracias a los Antiguos alumnos del Seminario, del Internado, de la Escuela Hogar, a los amigos de cerca y de lejos, a los familiares de unos y de otros, a todos.

Gracias por la participación de los hermanos sacerdotes y por el apoyo y gratitud que nos manifestado en estos días. Gracias a toda la gentes  por su masiva participación en los actos, especialmente en la Eucaristía. Gracias a los participantes menudos del coro juvenil ( María, gracias por tu eficaz trabajo siempre).

Gracias a Chuchi Molinero Carpio (Chiqui para los amigos del Seminario) por los juegos, el buen rollo y su generosidad pagando de su bolsillo el mago para los niños.

Gracias a los que hicieron posible que la parrillada fuera tan buena y abundante (David Aparicio y sus Paellas Gigantes) y tan acomodada al precio y gracias por dejarnos tu estupenda infraestructura.

Gracias a los que vinieron a disfrutar de la orquesta  Pensilvania (festiva y  elegante para la ocasión). Gracias  al restaurante la Florida ( nuestro querido Jonnatan) que nos quitó la sed de forma tan generosa.

Gracias a todos y cada uno de los que ha corrido como si no hubiera un mañana para lograr terminar los maravillosos vinilos de los 7000 nombres de la exposición (Teresa y Dani de dtinformática, no sabemos cómo lo hacéis) y los twitters y el álbum…

Y las lonas y las cartelas que a golpe de silbato nos hizo SPMundi con su gente.

Gracias a Antonio Risueño que logró una tarde mágica y que los toreros, novilleros, picadores y aficionados (todos antiguos alumnos de la institución ) nos hicieran pasar una inolvidable tarde en la plaza de tientas del Conde Rodrigo 2. (Gracias al Conde Rodrigo por prestarnos sus instalaciones magníficas)

Un gracias a todos los formadores (Javi y Pepo parecéis héroes inmortales en el trabajo, y Efra, que habríamos hecho sin ti y todo el lío del Parking; Vidal siempre tan humilde y Rafa nuestro celeso adminstrador,  y a Juan Javier, un buen ayudante de los formadores, que ha estado en la gestación de esta fiesta, y ahora arrimando el hombro como un valiente)  a los trabajadores del Seminario ( ¡cuánta guerra le hemos dado a Arturo con los preparativos de la Exposición¡ )  y a los profesores ( Jesús David, siempre al quite) que se han implicado con cariño, tesón y en  trabajos miles para que este sueño de hacen muchos meses se haya hecho realidad y  que quedará ya en  nuestra memoria agradecida.

Gracias a los seminaristas que han vivido todo este lío con ilusión y fascinación.

Gracias a Don Jesús García Burillo, nuestro  Administrador  Apostólico, que ha estado presente en todos los momentos de esta celebración.

Gracias al Ayuntamiento que nos concedió ya hace meses el uso de la Plaza Herrasti, nuestra querida plaza Herrasti, y a las dos corporaciones municipales, la saliente y la actual, por la denominación ( por unanimidad ) de la Rotonda del Centro de Especialidades con el nombre Glorieta Seminario “San Cayetano”.  

No podremos nombrar a todos los que por su generosidad, trabajo, empeño y empuje habéis arrimado el hombro. Sin vosotros nada habría sido igual, nada habría sido posible.

El 250 Aniversario del Seminario sigue aún en esta exposición Gracias. 7000 historias y más, que en la Sala de Exposiciones del Seminario estará abierta hasta el 30 de noviembre de 2019 ( en este tiempo de verano se puede visitar de 11.00 h. hasta las 14.00 h. todos los días excepto el jueves). Visitarla es emocionante para tantos que han pasado por esta casa ( lo acabamos de comprender en muchos que se han venido a buscar entre los  7000 nombres) y poder contemplar piezas de gran valor artístico y  emocional ( por ejemplo, la campana que ha acompañado tantos días y horas para levantarse o para avisos importantes).

Las celebraciones populares de estos dos días han tocado todas las facetas: la litúrgica celebrativa  con la Eucaristía, la memoria agradecida con las placas conmemorativas, la cultural con la exposición y el tentadero público y la  festiva con la comida de fraternidad, la orquesta y el tentadero. 

Pero el 250 Aniversario sigue en el curso que comenzará en septiembre, y con nuevo rector; relevo generacional en el sacerdote Anselmo Matilla Santos, alumno de nuestro Seminario Menor, uno de casa, que sabrá sudar la camiseta de la misión en esta tierra y en esta diócesis amada de Ciudad Rodrigo. 

Y concluirá el  250 Aniversario con una reflexión de expertos para el pasado, el presente y el futuro: el congreso Duc In Altum, los días 26 al 29 de noviembre en el Teatro Nuevo de Ciudad Rodrigo,  queda mucha tela que cortar, queda mucha vida en nuestro seminario. Sigamos remando y que el Espíritu hinche las velas de esta navegación del 250 Aniversario,  que concluirá solemnemente el 30 de noviembre  en la Catedral,  con la misa presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el Cardenal Ricardo Blázquez.

Y porque en la Exposición se juega con el número 7,  siete veces gracias: Gracias. Gracias, Gracias, Gracias, Gracias, Gracias y Gracias.