Pastoral Familiar impulsa la V Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores con tres actos diocesanos

La Delegación diocesana de Familia y Vida organiza para el 26 de julio una jornada dedicada a agradecer y acompañar a los mayores, con una eucaristía en la Residencia Obispo Téllez por la mañana, y, por la tarde, un taller y una oración especial en Navasfrías

DELEGACIÓN DE MEDIOS

La Diócesis de Ciudad Rodrigo celebrará el próximo sábado, 26 de julio, la V Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores, una cita que tiene entre sus objetivos reconocer, agradecer y «devolver la esperanza a todos los que nos han dado la vida y a los que les debemos tanto», resalta el delegado diocesano de Pastoral Familiar, Daniel Mielgo. Este responsable señala que la idea es «compartir un día de alegría desde los niños hasta los mayores». 

Para celebrar esta jornada, la Delegación diocesana de Familia y Vida ha organizado varios actos que se iniciarán a las 11:00 horas con una eucaristía en la Residencia Obispo Téllez, en Ciudad Rodrigo, como acción de gracias por todos los mayores y como gesto de cercanía hacia quienes viven allí.

Por la tarde, la celebración continuará en Navasfrías, con un programa pensado para toda la familia. A las 20:30 horas en el salón parroquial, tendrá lugar un taller intergeneracional donde niños, jóvenes y padres prepararán una sorpresa para los abuelos y mayores. Y, a las 22:00 horas se celebrará una oración con música en el templo parroquial, motivada por los jóvenes, para honrar y acompañar a quienes han entregado su vida con generosidad.

Una jornada instituida por el papa Francisco

La Iglesia celebra desde 2021 la Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores en torno a la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, y este año lo hace el 27 de julio bajo el lema: «Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza» (cf. Si 14,2).

Los ancianos, testigos de esperanza en la Iglesia

En su primer mensaje para esta jornada, y en el marco del Jubileo 2025, el papa León XIV resalta que los ancianos no solo son destinatarios de la atención pastoral, sino también testigos activos de la esperanza en la vida y misión de la Iglesia. Recuerda que, en la Sagrada Escritura se dirige a personas avanzadas en años, mostrando que «a sus ojos, la ancianidad es un tiempo de bendición y de gracia, y que para Él los ancianos son los primeros testigos de esperanza».

Desde esta perspectiva jubilar, invita a vivir con los mayores «una liberación sobre todo de la soledad y del abandono» y alerta de que no podemos permitir que «una parte tan importante y rica» de nuestras sociedades «sea marginada y olvidada». Por eso exhorta a toda la Iglesia a una auténtica “revolución de la gratitud y del cuidado”, visitando a los mayores y creando redes de apoyo y oración «que puedan dar esperanza y dignidad al que se siente olvidado».

En esa misma línea, ha dispuesto que quienes no puedan peregrinar a Roma este año puedan obtener la Indulgencia jubilar visitando a ancianos en soledad o realizando una obra de caridad o peregrinación donde ellos estén presentes.

Recursos para celebrar la jornada

Un año más, el Dicasterio para los Laicos, la familia y la Vida pone a disposición de las parroquias y diócesis un conjunto de materiales descargables desde su página web (www.laityfamilylife.va) para preparar y celebrar esta jornada.  Estos recursos incluyen el mensaje del papa León XIV, el guion para la celebración jubilar así como el logo y la oración para esta jornada. 

Oración 

¡Qué hermosas son estas palabras tuyas, Señor!

Ayúdanos a continuar nuestra peregrinación a lo largo del tiempo

¡animados por la esperanza que viene de Ti!

Ayúdanos a llevar a este mundo, que se está dividiendo,

la esperanza de la comunión.

Ayúdanos a llevar a este mundo, herido por las guerras,

la esperanza de la paz.

Ayúdanos a llevar a este mundo, que se deshumaniza,

la belleza de una sonrisa antigua.

Ayúdanos a ser el recuerdo de tu ternura,

para nuestros nietos, para nuestros seres queridos

y para todos los que encontremos.

¡Ayúdanos a llevar a un mundo que no te presta atención

la Esperanza de una vida nueva que sólo Tú puedes dar!

¡Porque en Ti, Señor, nada está perdido!

¡Porque en Ti, Señor, todo vuelve a empezar! Amén