Entrevista

José Manuel Vidriales, Vicario de Pastoral“Todos los cristianos, junto con los responsables eclesiales, estamos  llamados a poner vida y esperanza

El próximo 22 de septiembre dará comienzo el Curso Pastoral 2018-2019 y tal y como viene sucediendo a lo largo de los últimos años, en primer lugar se celebrará una charla y posteriormente la Eucaristía en la Catedral de Santa María. El Vicario de Pastoral, José Manuel Vidriales, desgrana los objetivos de este curso en la siguiente entrevista.

Delegación de Medios

 

¿Qué objetivo Pastoral se ha marcado para el Curos 2018-2019?

 

Podemos enumerar cuatro objetivos operativos:

1.- Ser Iglesia del Señor, convocada y enviada, a poner vida y esperanza en esta tierra abandonada y empobrecida.

2.- Unir Evangelio y vida. Que el estilo de vida cotidiano de los creyentes esté marcado por el servicio samaritano.

3.- Espiritualidad de ojos abiertos a la luz de las

      “Bienaventuranzas” y de “El juicio final” (Mt 25).

4.- Asumir responsabilidades personales y parroquiales para iniciar, fortalecer y potenciar un equipo pastoral de Cáritas en la parroquia y en el arciprestazgo.

 

¿Cuáles son los enunciados  del Objetivo y cuál es el lema?

Siguiendo  el itinerario de estos últimos  cursos pastorales, los lemas han estado expresando en una frase muy breve, como en un golpe de vista, el espíritu del objetivo. Así, estos cuatro últimos cursos, se concretaron en estos lemas: “Volver al Señor”, “Acoger el Amor del Señor que se nos da en su Palabra”, “Acoger el amor del Señor que se nos regala en la Mesa y en los Sacramentos”, “Compartir el Amor del Señor”.

Este año, como en cursos anteriores, los cuatros objetivos operativos van acompañados de dos enunciados y un lema:

            Los ENUNCIADOS:

  • Una Iglesia Diocesana humilde y austera, comprometida con nuestra gente y con nuestra tierra para poner vida y esperanza.
  • Comunidades parroquiales donde se ore, se escuche el Evangelio, se comparta la Mesa y el camino y se aliente el compromiso para ser comunidades samaritanas y servidoras del Reino.El LEMA: “Servir el Amor del Señor”.

     

    ¿Qué se tiene en cuenta para definir el Objetivo Pastoral? 

    El futuro  del cristianismo de nuestra tierra, en gran medida, está  en reavivar la Iglesia Diocesana. Todos los cristianos, junto con los responsables eclesiales, estamos  llamados a poner vida y esperanza. Dejemos que nuestros cansancios se vean disipados por el aliento del Espíritu. Necesitamos que  esta Iglesia del Señor sea generadora de fe, iniciadora y personalizadora de creyentes; y en ella se experimente  el don de la fraternidad y la entrega a todos, preferentemente a los pobres.

     

    ¿Cómo  se trazan los Objetivos pastorales? ¿Hay un Consejo de Pastoral encargado?

    La “matriz” de los objetivos pastorales de estos años es la Asamblea Diocesana. Fue la Asamblea Diocesana, sintiéndose Iglesia Sinodal, Pueblo de Dios en camino, la que nos ha proporcionado no solo ”el puerto” hacia el que dirigir la “barca”, sino también los hitos del caminar. El objetivo pastoral de este año, “El compromiso cristiano”,  viene propuesto también por la Asamblea Diocesana.

    Además, en la reunión de junio,   el Consejo Pastoral Diocesano, después de la exposición del Vicario de Pastoral sobre algunas claves para una mejor comprensión del objetivo pastoral, los consejeros _ 26 personas-  hicieron hincapié en que el compromiso ha de estar vinculado al Reino de Dios, que ciertamente es un regalo del Padre, pero que no se construirá sin nosotros, Que los gestos y prácticas del amor cristiano, muchas veces sencillas,  hemos de potenciarlas porque son señal de que el Reino de Dios está llegando a nosotros. Y otros  ayudaron a ver que la Iglesia no está al servicio de sí misma, sino al servicio del Reino en medio de la historia. Por eso,  el trabajo por la justicia y la opción por los pobres, convierte a la Iglesia en más creíble. De nuestro compromiso y de nuestro testimonio dependerá, en parte, la credibilidad del Evangelio.

     

    ¿Cómo se lleva de manera práctica a los arciprestazgos y a las parroquias?

    La inauguración del Curso Pastoral, que se celebrará el sábado 22 de septiembre en Ciudad Rodrigo (en el seminario y catedral), es una invitación y un envío, que hace el obispo diocesano, a poner en práctica el objetivo.

    El Sr. Obispo y el Vicario de Pastoral visitan todas las sedes arciprestales en los días señalados de septiembre y octubre; y, en una jornada completa, se  presenta y se concretizan las acciones que se han de realidad a lo largo del curso a nivel arciprestal, que serán ratificadas  y enriquecidas por el Consejo Pastoral Arciprestal. Se ha de tener en cuenta que el arciprestazgo, lugar privilegiado de la Pastoral de Conjunto, ha de responder  y alentar a la necesidad de renovación y configuración parroquial para que la vida de las pequeñas parroquias no decaiga o se vaya apagando.

    En cada parroquia se viene indicando la necesidad de tener una “Asamblea Parroquial Informativa”, el mes de octubre, para hacer llegar a los miembros de la comunidad parroquial el objetivo y los modos de ponerlo en práctica.

     

    ¿Qué  espera de este curso?

  • ¿Acaso no es la hora de desprendernos de la desmotivación, del desánimo, de la rutina, de la instalación? Es la hora para el atrevimiento; es la hora de ser servidores del amor incondicional y gratuito que acerca la imagen del Hijo a una sociedad y a un hombre que vive de espaldas a Dios. No podemos dejar, arrinconado en el trastero, nuestro compromiso de fe. ¡Atrévete a actuar!.
  • Esta Iglesia del Señor, que camina en Ciudad Rodrigo, está convocando a todos sus miembros a tomar parte activa en servicios o ministerios, hacia dentro de la comunidad y  hacia la sociedad. Necesitamos que se pongan en pie los ministerios laicales en la sociedad; es posible que en nuestras parroquias sigue dominando un clericalismo que no facilita el contar con laicos.
  • Y nuestras comunidades parroquiales han ser  “un recinto  de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando” .Y las comunidades deben entrar en la dinámica que  los pobres, los hombres dolientes, los maltratados y vencidos y humillados “es lugar”  para conocer y encontrar a Dios.
  • Buscaremos en “el compromiso cristiano”, más que una llamada moral, un “lugar” habitado por Dios. Y al ser  esos hermanos tan “preciosos” a los ojos de Dios, nos evitan caer en la idolatría y nosotros a ser ternura, reflejo del amor de Dios como dice Benedicto XVI en “Deus caritas est”. Además el encuentro con el misterio de Dios en ellos   evitará el activismo alocado  y el instalarnos en una actitud pasiva o agria y de desesperanza.