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DSC_0342Don Raúl Berzosa presenta sus dos últimos libros (palabras pronunciadas por el obispo en dicho acto ante los medios de comunicación social)

–      En el hogar de la Palabra con Santa Teresa y San Juan de la Cruz (editorial Monte Carmelo)

–      Evangelizar en una cultura tecno-líquida y psico-política. Relectura de los nuevos signos de los tiempos (editorial Universidad Pontificia de Salamanca)

1.- En el cristianismo, siempre deben complementarse dos realidades: Dios y el hombre; mística (experiencia de Dios) y compromiso; don de Dios y libertad humana.

2.- Se nos han dado dos ojos: uno, para mirar a Dios y, otro, a los hombres; dos oídos: uno, para escuchar a Dios y, otro, a los hombres; dos manos: una, para recibir al Señor y, otra, para ayudar a los hombres; dos pies: uno, para pisar esta tierra y, otro, para ir a la nueva Jerusalén.

3.- En el Concilio Vaticano II, los obispos franceses, afirmaban que un obispo tiene que tener dos documentos en sus manos: los Evangelios y el periódico del día, Dios y los hombres. Hoy diríamos: los evangelios y “la tablet” o “iphone” (internet). Porque es necesario saber leer los “signos de los tiempos”: allí donde Dios habla hoy y donde, aparentemente, se le quiere ocultar.

4.- Providencialmente, aparecen dos publicaciones en este sentido: una, que nos habla directamente de la “experiencia de Dios” (mística) y, otra, atenta a la sociedad y a la nueva cultura de hoy.

5.- La primera (“En el hogar de la palabra”), narra experiencias “orantes”, siguiendo las huellas de dos grandes místicos: Santa Teresa y San Juan de la Cruz. ¿Por qué este libro? – K. Rahner, en su día afirmó: “El cristiano, de hoy y de mañana, o es un místico (alguien que ha experimentado a Dios personalmente) o nos es nada”. El Papa Benedicto afirmó en el 2005: “Sólo los hombres y mujeres tocados por Dios son capaces de abrir la mente y el corazón de sus contemporáneos a las cosas de Dios”. Y, tanto el mismo Benedicto XVI como el Papa Francisco, repiten: “Se comienza a ser cristiano no por una idea o por una ética, sino por un encuentro con Jesucristo”. En este sentido, como resumiendo todo el libro, remito a la página 103: Cuando Dios mismo te habla, entiendes la diferencia entre “creer en Dios” y “tener experiencia de Dios”; entre conocer “de oídas a Dios” y “gustar la relación personal con Él”.

6.- El segundo libro (“Evangelizar en una cultura tecno-líquida y psico-política”), analiza cómo es el hombre y la mujer de hoy (generación 3.0),  así como la sociedad en la que vivimos y la cultura que se genera. Porque nadie puede amar y evangelizar lo que no conoce. Se exponen las luces y sombras, en tono “crítico pero amable”, sin caer en maniqueísmos o derrotismos. Esta es nuestra sociedad; donde tenemos que sembrar la Buena Noticia de Jesucristo y de su Evangelio. Atentos, como venimos repitiendo en “Iglesia en Castilla” a las dos orillas del río social: la nueva cultura emergente y la defensa de la dignidad de los más pobres y desprotegidos. Siempre, lo repito, con mirada de esperanza. Todo se puede resumir en lo expresado en las páginas 161-163: “Del homo sapiens al homo digitalis; y del homo digitalis al homo real y cristiano”.

7.- Finalizo agradeciendo a los fieles cristianos de Ciudad Rodrigo, a mis colaboradores más cercanos, a los alumnos de la Pontificia Universidad de Salamanca, y a las editoriales, esta oportunidad que me han brindado de poder editar dos libros en tiempos nada fáciles para ello. La crisis llega también a los escritores y a los lectores. En tiempos de carencia, se hace realidad la máxima “primum vivere deinde philosophare” (“primero vivir, después filosofar”). Con lo cual reivindico mayor atención a la cultura, en todas sus manifestaciones. Ciudad Rodrigo, es una “paradoja privilegiada”: la periferia geográfica, a veces se convierte en centro de cultura (cine, teatro, literatura…).